Estas semanas han sido demasiado extrañas. He pasado de estar en la miseria misma, en la soledad absoluta, cargando mi dolor y el dolor ajeno, a ver la luz y caminar a paso firme con esperanzas renovadas para poder estar nuevamente junto a ti.
A mi modo de ver, todas las lagrimas derramadas fueron necesarias. Fueron necesarias para sentir esa soledad y esa angustia, que dejo marcas profundas en mi corazón. Pero esta vez, las marcas están visibles, y me sirven para darme cuenta de mis errores, de lo vació que me sentí cometiendolos, y de todo lo que perdí con ellos.
Esas marcas y esas cicatrices son las que hoy me enseñan a poder caminar en forma recta. En poder intentar hacer las cosas bien. En pensar nuevamente en los dos y en lo que podemos llegar a hacer.
Creo que si bien antes lo sentía, ahora me doy cuenta del poder que tienen los sentimientos. Ahora siento mucho mas profundamente todas esas emociones y sensaciones que me producían el estar contigo. Ahora, al cerrar los ojos, siento intensa conexión que tenemos. Y creo que ahora, después de mucho andar, me doy cuenta de lo que significa un "te amo"...