Sociedad

Deberia escribir otra cosa, pero esto lo tenia escrito hace un tiempo en mi pc y lo quiero compartir.

Según la RAE, sociedad es “una agrupación natural o pactada de personas, que constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida”. En ese sentido, claramente estamos perdiendo lo que significa “mutua cooperación”. Nos hemos vuelto una sociedad tan individualista, que poco a poco se va perdiendo el sentido de lo colectivo, el cual recordamos solo cuando necesitamos algo que escapa de nuestras propias competencias (como las fiestas patrias o la teletón). Si dejamos de ser sociedad, comenzamos lentamente a perder nuestra identidad como pueblo. Consignas como la “globalización” y “aldea global”, son las principales responsables de la estandarización y homogeneidad entre las naciones. Si bien en cierta medida eso ha permitido una mayor conectividad, es paradójico el pensar que entre más conectados estamos, menos nos comunicamos.

Nos estamos sumergiendo en una realidad en donde nos volveremos entes que actuamos por instintos. Poco a poco perdemos la capacidad de responder a estímulos externos. Poco nos interesa lo que le pasa a mi vecino. Cada vez somos más indolentes frente a lo que le sucede al otro. Aun cuando los mercados están tan interconectados, y cualquier fenómeno tiene repercusiones a nivel mundial, los problemas de medio oriente, las muertes de civiles y la lucha ideológica entre dos pueblos ancestrales nos parece casi de película. En otras palabras, si ocurre afuera de mi casa, no me importa.

Lo positivo de esto (por que como dice el dicho, no hay mal que por bien no venga), es que poco a poco comienzan a levantarse voces que hacen mención justamente a eso. Comienzan a aparecer críticas a esta forma de vivir. Lentamente hay cada vez más personas que hacen un alto en su vida, evaluando justamente si esta es la forma en la que quieren seguir viviendo. Eso entonces presenta una oportunidad a todos nosotros. Una oportunidad a los que (valga la redundancia), tuvimos la oportunidad de darnos cuenta de esto. Es ahora entonces el momento en que nos alcemos como líderes y tratemos de generar una propuesta, una contraparte a esta doctrina que rige el mundo. No hablo de comunismo, ni de anarquismo. No hablo de partidos políticos ni de dinosaurios sentados en sillones de cuero que juegan a hacer democracia. Hablo de ti y de mí, de lo que ambos sabemos que debemos cambiar, y del potente mensaje que podemos dejar. De la esperanza que podemos darle a quienes, en el ocaso de sus vidas, miran añorando sus primeras primaveras en donde la familia por ejemplo era el eje central de esta sociedad, y todo se construía en el seno de ella.

Decidamos entonces que es lo que queremos hacer. Si queremos seguir sentados al borde de aquella fuente mirando nuestro reflejo, en la comodidad y el deleite de sentirnos el centro de atención de todos los sucesos a mí alrededor, o si queremos arrojar esa piedra que produzca las vibraciones necesarias en mi vida y en la de mis seres queridos, que nos despierte de este status quo y haga aprovechar al máximo lo que tengo, y me permita enfilarme a sentir la plenitud en mi vida.